Versión en español English version
Pastor de lo invisible, Jardinero de mis pensamientos

Pastor de lo invisible, Jardinero de mis pensamientos

Sobre mí

Nacido en Esquivel, Sevilla, ciudadano de la tierra donde se posaron mis pies, amante de lo natural y lo auténtico. Tras demasiados años trabajando en banca de los que solo tengo el recuerdo de conocer muchos lugares de España y algunos amigos rebeldes y después de un viaje por el Pirineo Aragonés donde visité La Cañabla y donde me enamoré de sus quesos y sus cabras, decidí que quería ser quesero, no había otro camino.

Al volver a la Rambla de Oria, Isabel me enseñó por primera vez cómo hacer queso y desde ahí, un largo camino lleno de kilómetros para aprender de los mejores, siempre buscando lo artesano y natural, no había otro camino.

Fran trabajando en su quesería

“La cabra,
la cabra que no sabe
por dónde va,
la cabra que sigue
el monte por donde se le pasea el alma.”

— Rafael Alberti

“Murmuran que hablo muy poco
alma los que nada saben
de nuestros largos coloquios.”

— Poemas Sueltos I. Miguel Hernández

“Las manos de mi abuela,unas manos de cuento.
Las manos de mi abuela…
Me duermo.”

— Celia Viñas

Agradecimientos

A mi madre, Carmen y mi hermana, Rocío, por estar siempre ahí, dejándome ser (solamente al que lo dejan “ser” sabe lo importante que es). A mi abuela y mi tía Isabel por mostrarme que la calma es el camino (siempre a mi lado). A Domi, por ser. A Isabel, por enseñarme a hacer mi primer queso. A Luis por decir que mi queso estaba más rico que el que hacía Isabel y darme alas. A Joel y Marisa por creer en mí y estar siempre dispuestos a ayudar. A Borja, solo nosotros sabemos lo que hemos “penao”. A Yulene y Leon por su inestimable ayuda técnica y por sus abrazos. A Alan y Maureen por darme luz en la oscuridad y agua cuando tenía sed. A David Asher, por su libro “El arte de hacer queso”, mi biblia. A Ángel, nunca vi nadie con tanta pasión por enseñar. A Rodolfo, por abrirme de par en par las puertas de su casa WellDone. A todos aquellos que habéis creído en mí, sois muchos. A Emma, Roberto, Marco, Rubén, Adrián y Alicia por ser mis más sinceros críticos. ¡VA POR USTEDES!

Domi asomado a una ventana del Cortijo